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¿Cómo Debe de Votar el Cristiano?


Más que cualquier otro blog que he escrito hasta el momento, este será solamente mi opinión. No creo que es el deber de ningún cristiano dictarle a otro cristiano cómo, o por quién, debería de votar. El gobierno del antiguo testamento era uno, en gran parte, teocrático, mientras que el gobierno del nuevo testamento era uno dictador. Así, que, la Biblia tiene muy poco que decirnos sobre el proceso electoral y la democracia. Habiendo dicho eso, la Biblia sí nos dice algo, aunque sea indirectamente, y por lo tanto Dios no nos deja a ciegas en estos procesos modernos.


La primera pregunta que quiero hacer es, ¿en base de qué debemos de votar? No hablo sólo de los cristianos, sino del pueblo en general. Creo que ha quedado claro que votar por un candidato, simplemente porque pertenece a un partido en particular, es una forma errada de elegir a nuestros líderes. Y, que quede claro, la persona que estaremos eligiendo este noviembre será el líder de Puerto Rico, un detalle que enfatizaré más adelante. Hay excepciones a esta regla, como cuando sólo un partido representa los ideales que uno piensa que son los correctos. Pero, la realidad del caso es que esa excepción no representa la realidad actual, en un tiempo en el cual existen alrededor de seis partidos distintos (uno independiente). En otras palabras, los tiempos en donde sólo teníamos dos opciones son cosa del pasado. Por lo tanto, hoy más que nunca debemos de ser más sabios en elegir a nuestros representantes, no dejándonos llevar solamente por el color que representa.

Pero, volvemos a la pregunta inicial, ¿en base de qué debemos de votar? O, dicho de otra forma, ¿en base de qué votamos? La respuesta es: en base de nuestras creencias, ideales, y convicciones. Esto es inevitable a la hora de votar, y aplica a todo ciudadano, no sólo a los cristianos. Siempre he encontrado interesante escuchar a las personas decir que los cristianos no deberían de votar en base de sus creencias, como si eso fuera posible. Nadie puede dejar sus creencias a la orilla a la hora de votar. Esto es literalmente imposible. Aún si, en teoría, fuera posible echar mis convicciones cristianas a un lado a la hora de votar, esto seguiría siendo una decisión en base de mis creencias personales (sobre la separación de estado e iglesia). Así, que, repito, es imposible votar de una manera contraria a nuestras creencias personales. Y, para el cristiano, su fe es la base de sus creencias. Si no es correcto, ni posible, exigirle al pueblo en general que deje sus creencias atrás a la hora de votar, no es correcto, ni posible, exigirle tal cosa a un cristiano.

Así, que, ¿en base de qué debemos de votar? En base de nuestras creencias, ideales, y convicciones. Creo que todos podemos estar de acuerdo con esto.

Esto nos lleva a una segunda pregunta: ¿cuáles son las creencias, los ideales, y las convicciones de un cristiano? Aquí, en ocasiones, la respuesta puede ser debatible. Hay cristianos que creen en la guerra, por ejemplo, mientras que otros no. Pero, de forma general, las creencias de un cristiano están (o, deberían de estar) fundamentadas en la Palabra de Dios. Y, aunque es cierto que la Biblia no nos dice cuál debe de ser nuestra postura específica sobre temas como la salud (universal, privada, etc.), el tamaño del gobierno (grande o pequeño), o la educación (pública, privada, chárter, etc.), también es cierto que la Biblia nos ofrece ciertos principios que pueden formar el fundamento de nuestras posturas generales. El amor al prójimo, por ejemplo, impide que apoyemos posturas que atenten contra la dignidad de otro ser humano, como lo fue la esclavitud en el pasado (irónicamente, apoyada por muchos cristianos). Similarmente, el amor a Dios impide que apoyemos posturas que busquen silenciar a la iglesia, o impedir nuestra libertad religiosa. Creo que estos dos principios deberían de estar detrás de cualquier decisión que tomemos, dentro y fuera del tema de las elecciones.

¿Cuáles son nuestros valores, entonces? Nuestros valores son cristianos, fundamentados en la Palabra de Dios.

Pero, la pregunta real es, ¿debería nuestro voto estar basado en nuestros valores cristianos? Ya vimos arriba que esto es inevitable. Todo ciudadano vota por el candidato que mejor representa sus valores y convicciones, y el cristiano no es la excepción. Pero, más allá de eso, aún si fuera posible ignorar nuestros valores cristianos a la hora de votar, ¿sería esto lo correcto? Algunos dirían que sí, bajo el argumento de la separación de estado e iglesia (aunque esta separación no tiene nada que ver con el tema de votar en base de nuestras convicciones, ya que el propósito original de esta separación era proteger la libertad religiosa del pueblo). Algunos, incluso, argumentarían, “Si no puedes votar por un/a ateo/a porque es ateo/a, pues no uses Facebook, que fue creado por un ateo. No uses tu celular, que, también, fue creado por ateos.” Esto es un argumento absurdo que no toma en consideración la diferencia entre elegir a un gobernante, y usar una aplicación.

Mark Zuckerberg (creador de Facebook) no gobierna mi país, y sus creencias personales no me representan. Su creencias tampoco influyen el desarrollo de la aplicación de Facebook, ni mi uso de ella, ni las leyes del país en el cual vivo. Puedo usar Facebook, o puedo no usarlo, y eso no cambia la realidad del mundo en el que vivo. En contraste, la persona que yo elija para gobernar a mi país se convierte, en cierto sentido, en el líder de mi país, determina en gran parte las leyes que se aprueban, y tiene un efecto directo, indirecto, e inmediato en mi diario vivir. La realidad es que no existe ninguna comparación entre elegir a un gobernante, y usar una aplicación creada por un ateo. Este argumento en particular también ignora el hecho de que Mark Zuckerberg ya no es ateo, así que los que usan este argumento, muestran su ignorancia sobre el tema.


El argumento sí tiene un punto válido en el hecho de que, el cristiano debería de ser más sabio a la hora de apoyar ciertas cosas, como artistas, música, películas, etc. Por un lado, predicamos en contra del pecado, mientras que por otro lado lo apoyamos. Pero, esto es un tema para otro día.



Volviendo a la pregunta anterior. De ser posible, ¿el cristiano debería de echar sus convicciones hacia un lado a la hora de votar? Tengo otra pregunta: si puedo echar mis convicciones hacia un lado así de fácil, ¿realmente son convicciones personales que guían mi vida diaria, o son meras afirmaciones convenientes? Si las puedo ignorar con tanta facilidad, ¿realmente las creo fielmente? Yo no sé tu, pero a mi se me hace casi imposible echar mis convicciones hacia un lado a la hora de tomar cualquier decisión, mucho menos una decisión tan importante como elegir el gobierno de mi país. Hay ciertas creencias que son tan personales, y las mantengo tan fuertemente, que literalmente forman parte de mi. Son creencias tan esenciales que, a la hora de tomar decisiones, no tengo ni que pensar sobre ellas, sino que mis decisiones son expresiones naturales de ellas. En otras palabras, no es que yo tengo creencias cristianas; es que, ¡yo soy cristiano!

Por ejemplo, yo no tengo que pensarlo dos veces para decidir no cometer adulterio. No tengo que hacer una lista de pros y contras para no faltarle el respeto a mi madre. No tengo que buscar lo que dice la Biblia sobre ayudar al necesitado para ofrecerle un plato de comida a un deambulante. Todas estas decisiones o acciones son reflejos de mis creencias, como cristiano. No estoy diciendo que tienes que ser cristiano para tomar estas decisiones; solo estoy diciendo que, en mi caso, mi fe fundamenta mis decisiones. Y, si yo puedo ignorar estas creencias fácilmente, bajo la excusa de separación de estado e iglesia, pues: 1) no estaría votando en base de mis creencias; 2) realmente, no son tan importantes, para mí.

Con todo esto en mente, quiero compartir un principio bíblico que creo que debería de ser el fundamento de todo lo que hacemos, como cristianos. En más de una ocasión, la Biblia nos exhorta a, “hacedlo todo para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31). Con esto en mente, quiero intentar contestar la pregunta de que si un cristiano debería de votar por un/a candidato/a ateo/a, o no. Mi respuesta a esa pregunta es…no sé. Pero, lo que sí sé es que nuestras creencias son el fundamento de nuestras decisiones. Y, también sé que el cristiano no debería de votar por un candidato que promueva posturas contrarias a nuestra fe. En teoría, un/a candidato/a ateo/a podría promover posturas que se alinean con nuestras creencias cristianas, como el valor de la vida, la igualdad, la importancia de la educación, etc. Como mínimo, es posible que un/a candidato/a ateo/a tenga una plataforma que no sea directamente opuesta a nuestra fe cristiana. De la misma forma, un/a candidato/a supuestamente cristiano/a puede mantener posturas contrarias a nuestra fe, como lo fue en el caso de Ricardo Rosselló, y como lo es en el caso de Trump.

El factor determinante a la hora de elegir un gobernante, entonces, no debería de ser si es cristiano/a o ateo/a, sino si sus posturas se alinean o son contrarias a nuestras propias convicciones. Encuentro incomprensible cómo los cristianos se atreven a apoyar candidatos que promueven el aborto, la ideología de género, y que buscan limitar los derechos de la iglesia. Igualmente, encuentro incomprensible cómo muchos cristianos apoyan a candidatos que claramente promueven posturas no-cristianas, simplemente porque dicen ser cristianos, o porque pertenecen a ciertos partidos.

Si yo soy cristiano, y mis convicciones son cristianas, y creo en el principio bíblico de que, todo lo que hago lo debo de hacer para la gloria de Dios, pues honestamente no entiendo cómo podemos elegir gobernantes que claramente tienen agendas anti-cristianas o liberales. Ahora bien, reconozco perfectamente que hay muchos otros factores envueltos a la hora de votar, como el estatus, la economía, posturas sobre la educación, la seguridad, la salud, la junta de supervisión fiscal, etc. No estoy diciendo que es tan sencillo como decir, “esta persona es cristiana, pues voy a votar por ella,” o “esta persona es atea, pues no voy a votar por ella.” Pero, lo que sí estoy diciendo es que es incomprensible que un cristiano elija gobernantes que representan posturas opuestas a nuestra fe cristiana.

Quiero decir un último punto, el cual en realidad no añade nada a lo que he dicho hasta ahora, pero no quiero escribir otro blog entero, sólo para decirlo. Veo a muchos cristianos en las redes comentando de que César Vázquez no representa lo que es un verdadero cristiano. Antes de hacer mi comentario, quiero aclarar que es muy improbable que yo vote por César Vázquez (si quieres saber por qué, pregúntame y te diré personalmente). Así, que, nada de lo que voy a decir ahora mismo es un endoso a su candidatura.


Encuentro interesante que estas mismas personas que hacen tal afirmación de César Vázquez, ayer mismo se encontraban viendo el concierto de Bad Bunny y publicando lo bien que cantó. Estas mismas personas escuchan y apoyan artistas que claramente promueven principios y valores no-cristianos, y en ocasiones, incluso, anti-cristianos. Estas mismas personas defienden el aborto, la ideología de género, y muchas otras cosas más que no me corresponde mencionar aquí. Me atrevería a decir que muchas de estas personas no leen la Biblia regularmente, casi no asisten a la iglesia, y quizás ni oran, con frecuencia. Es posible que esté equivocado en estos últimos puntos, pero estoy seguro de que estas palabras representan a por lo menos algunas de estas personas. No estoy queriendo juzgar a nadie, ni mucho menos pretender que yo soy el cristiano perfecto o ideal. Pero, creo que es más que claro que muchos cristianos en Puerto Rico son cristianos de nombre, nada más. Si no fuera el caso, Puerto Rico no estaría en las condiciones que está en estos momentos. Un país verdaderamente cristiano no apoyaría ni practicaría la mitad de las cosas que nosotros apoyamos y practicamos. Sin embargo, son estas personas que ven a alguien como César Vázquez, a quién no conozco personalmente para saber cuán cristiano realmente es, o no, y dicen que no es un verdadero cristiano. ¡Que absurdo! ¿Con qué moral nosotros nos atrevemos a decir que aquel no es cristiano, cuando yo mismo no sigo los mandamientos de Cristo? ¿Cuál es nuestro criterio para determinar lo que es un cristiano, si no es la Biblia que no leemos? Honestamente, me molesta que la iglesia se encuentre peleando públicamente entre ella misma sobre quién es un cristiano, y quién no, y que busque a condenar a alguien simplemente porque no cree igual que yo. Igualmente, no apoyo a los que tachan de malos cristianos a otros, simplemente porque no apoyan a su candidato de preferencia.

Como dije al inicio de este blog, no es el deber de ningún cristiano dictarle a otro cristiano cómo, ni por quién, votar, mucho menos intentar catalogarlo como un mal cristiano por votar distinto a mi. Habiendo dicho todo eso, recalco el mensaje central de este blog:

1) Cada cual debería de votar en base de sus creencias

2) Las creencias del cristiano están fundamentadas en la Palabra

3) Todo lo que hacemos, debemos de hacerlo para la gloria de Dios

4) Por lo tanto, es incomprensible que apoyemos candidatos que promueven principios no-cristianos

Así, que, elige sabiamente. No sea que de aquí a cuatro años estemos teniendo esta misma conversación.

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